martes, 9 de marzo de 2010

LAS MULTINACIONALES EN EL ROBO DE VEHICULOS.

Si le acaban de robar un vehículo de alta gama hay una probabilidad del 40% de no volver a verlo más. Que el coche emprenda un largo viaje a Rusia, donde circula un millón y medio de coches con papeles falsos.

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MADRID.- Robar coches es una actividad que mueve en todo el mundo una cifra cercana a los 20.000 millones de euros y que vive años dorados en los países industrializados de Europa. La Interpol, la Unión Europea y los fabricantes intentan frenar con investigación y tecnología este descomunal y lucrativo tráfico, pero se enfrentan a un enemigo sumamente preparado y bien organizado.

Fuentes de la Policía española destacan la sofisticada infraestructura de las bandas que operan en Europa y que ha incrementado su actividad en la Península Ibérica, donde se roban anualmente unos 150.000 coches. "Sabemos que tienen gente en el interior de las fábricas que dominan los sistemas informáticos de inmovilización de los coches", indican. Pero lo difícil es probar la implicación de alguno de ellos y cazarlo con todas las de la ley.

Hace apenas una semana se ha detenido a un grupo bien armado que operaba en toda la costa mediterránea española y centralizaba los trabajos en Madrid. El núcleo duro de la red estaba constituido por 17 ciudadanos búlgaros, que están desmarcándose como los mejores especialistas, según la Policía. Sin embargo, la conexión siguiente es Alemania, la potencia industrial del sector en Europa y enclave geoestratégico ideal para este tipo de multinacionales del delito.

Hay decenas de técnicas distintas para ejecutar el robo. Desde la clásica intimidación al propietario con arma de fuego, hasta una metódica localización del vehículo y de su propietario para, por medio de sofisticados métodos de inhibición electrónica de los sistemas de seguridad, abrir y arrancar el coche con toda discreción. Los descuidos de los conductores en las gasolineras se pagan muy caros.

La siguiente fase del negocio ilícito es la 'legalización' del vehículo, que es perfecta y en algunos casos se introduce en centros oficiales de compraventa en España con sus etiquetas de fábrica junto al número modificado del bastidor. Pero el mercado internacional es mucho más lucrativo: Marruecos, Bulgaria, Ucrania, Rusia, las monarquías del Golfo Pérsico... Una red de corrupción basada en el chantaje y el soborno consigue colocar el producto en el lugar deseado por los delincuentes. Papeles y matrículas falsificadas se envían desde los países a los que van destinados los coches para tener todo resuelto antes del viaje.

Las desventuradas estrellas de este mercado son los todoterrenos de lujo, muy especialmente los BMW X5, que ha desbancado del liderato de coches robados al Jeep Cherokee. Pero cualquier coche de última generación y motorización de lujo con un volumen considerable de ventas está bien clasificado en el ránking de sustraíbles.

La Policía consigue recuperar el 60% de los coches robados, aunque las estadísticas a las que hemos tenido acceso no discriminen el porcentaje de recuperación de vehículos por gamas y modelos.

En los últimos tiempos, debido al incremento de las acciones delictivas, están saliendo a flote gran número de empresas que se dedican a la búsqueda de coches robados. La rapidez de reacción por parte del propietario es clave. La organización de búsqueda está repleta de corresponsales en las calles: son taxistas a los que en algún momento les puede caer un dinero extra en forma de recompensa.

UN COCHE Y UN DESTINO

RUSIA EL PARAISO DE LA LEGALIDAD

Las bandas actúan en cualquier país de Europa y venden su producto robado sin pedir pasaporte ni posición social. Pero los empresarios rusos son el objetivo número uno de las redes de tráfico de coches. Se calcula que en todo el país circula un millón y medio de coches robados en el occidente europeo.

MADRID.- Ni el presidente de Rusia, Vladimir Putin, se libra de las sospechas. Hace algunos meses se abrió en Alemania una investigación sobre un grupo de blanqueo de dinero -procedente, entre otras actividades, del tráfico de coches robados- en la que se filtró el nombre del primer representante ruso. Desde las alturas de la Administración hasta los peldaños más bajos se percibe el profundo olor de la corrupción.

Este mes ha sido detenida una trama con numerosos agentes de tráfico de un barrio de Moscú. Legalizaron seis millares de coches de lujo robados en el extranjero. Los policías corruptos, dirigidos por un coronel, trabajaban para algunos de los grandes distribuidores de coches de segunda mano que enseñan su mercancía en la periferia moscovita.

Es sólo la punta de un iceberg, pero con miles de dólares en juego. Por cada vehículo vendido, la organización policial paralela podía embolsarse un mínimo de 6.000 euros y hasta 20.000, según el modelo y la disposición del comprador del vehículo. Dicen los investigadores que en el momento de la detención, esta red legalizaba unos 50 coches diarios.

El corresponsal de Efe en Rusia relataba hace unos días su conversación con un empresario ruso llamado Nikita. "Sé que mi Mercedes fue robado hace tres años en Alemania", reconocía. "Los automóviles robados pueden pertenecer no sólo a mafiosos o delincuentes, sino a prósperos y respetables banqueros, empresarios, artistas, policías y, según algunos rumores, incluso a uno de los fiscales federales", escribía Miguel Bas desde Moscú.

La detención de agentes de tráfico no pilló por sorpresa en un país donde todas estas actividades parecen moneda corriente. Inmediatamente después de la detención de esta mafia de tráfico, aparecía otra que había legalizado unos 1.000 vehículos robados buscados por la Interpol.

CUANDO EL LADRON PIERDE LA PARTIDA

Los ladrones no siempre ganan. Muchos propietarios se llevan la alegría de recuperar intacto el vehículo sustraído. Y hay varias empresas que, independientemente del trabajo policial, consiguen recuperar lo robado.


 

MADRID.- A veces, el ladrón pierde la partida. Le sucedió a un polaco identificado como J. K., al que una propietaria gaditana utilizó de intermediario para que le vendiera su Volkswagen Touareg. J. K. se quedó con el coche y lo hizo desaparecer. La denuncia de la dueña del coche no sirvió de mucho, puesto que no había testigos y el coche no aparecía.

La policía, sin embargo, siguió al individuo y, meses después, comprobó que su coche Porsche 911 Cabrio tenía placas de matrícula española falsas y que el número de bastidor correspondía al de un coche robado en Italia. Muchos meses antes de la detención, el deportivo había pasado la ITV en Málaga.

Precisamente, algunas veces es la ITV la que colabora con la Policía para recuperar vehículos sustraídos. A veces, cuando el comprador es español, trae cuenta estudiar lo que se vende en nuestro propio país. Un conocido actor conoció en el último instante que iba a pagar 70.000 euros por un BMW X5 robado en un concesionario de compraventa perfectamente legal.

Ahora mismo hay bastantes ofertas de localizadores de vehículos que, mediante información por satélite, consiguen encontrar un coche recién robado antes de que sea escondido por los ladrones en lugares donde la señal del GPS carezca de cobertura.

También hay empresas que por una modesta suma y la promesa de una buena recompensa por la recuperación despliegan una amplia red de personas buscadoras que en algunas ocasiones encuentran los coches sustraídos

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