sábado, 7 de noviembre de 2009

El amor a comerciante ilegal hizo delinquir a un policía de la Dirove

El amor a comerciante ilegal hizo delinquir a un policía de la Dirove
Cuando Eva Gomero Cristóbal (42) ingresó a las oficinas de la División de Investigación de Robo de Vehículos (Dirove), tras ser detenida en la última intervención en San Jacinto, su nombre sonó familiar a los agentes policiales. Era nada menos que la hermana de la comerciante Marisol Gomero Cristóbal, “Chata Rocío”, delincuente conocida no solo por haber participado en el secuestro de la catedrática Heidi Spitzer Chang, en el 2006, sino porque también se robó el corazón de un suboficial de la Dirove al punto de hacerlo olvidar la ley y arrastrarlo hasta el submundo del hampa.

La “Chata Rocío” es dueña de un local de San Jacinto donde se almacenan repuestos, y desde antes del mencionado secuestro ya combinaba las piezas importadas con las robadas para burlar a la PNP.

Es entonces, a inicios del 2006, que el ahora ex policía Carlos Alberto Chinchay Manay, quien laboraba en la Dirove, fue asignado a investigar la mafia de robo de repuestos en San Jacinto. Pero al conocer a Gomero, sus planes cambiaron: se enamoró y cegó por ella. Chinchay Manay se pasó al bando delictivo e integró el grupo de asaltantes del prontuariado Luis Escate Marín y participó en el secuestro de Spitzer. Por este último delito fue condenado a 30 años de prisión, y Gomero a 25 años.

Según las investigaciones policiales, la “Chata Rocío” cedió su puesto a Agripino Tarazona Jara,( Tigre ) investigado por delito de receptación. Allí trabaja Eva, su hermana.

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